Los descontroles teatreros.

 La mayoría de las veces , los teatros y salas de espectáculos, tienen las perores condiciones imaginables para el control de sonido.
Los arquitectos, no cuentan con la colaboración técnica y asi nos luce el pelo, bueno a mi no me luce ya.
Si a este se le une la desidia técnica de los seudo técnicos, nombrados a dedo político. Pues apaga y va monos.
 Arriba un ejemplo.

  Estos controles teatreros se complementan con un gran rac, calentito calentito. Ademas si ningun tipo de proteccion y ocurre lo que ocurre. Que todo quisqui toca, donde no debe.